ANTES-DE-LA-NOCHE

Estando aquí aquellas paredes pemanecen limpias y calladas. Al salir los pasos van rayando y nuestras risas irán gritando. Los índices lo dirán todo y el antebrazo dirigirá la melodía entintada. Que nada nos detiene, eso nadie lo sabe, nosotros lo tenemos claro. Un diciembre frío como este es para dormir con buena cobija (dicen) o para dormir víctima de los rayos televisivos que no se apagaron proyectados en los ojos. Nosotros en cambio llevamos el frío a cuestas y la noche. Saliendo allá las paredes nos reflejan y ya no están calladas, a lo mejor limpias de silencio, eso sí.
Ahí vamos.

No hay comentarios: