Lineas para confundirse o irse tras de... (vol. I)

Con el libro y el sombrero nada más; se aferró al esfuerzo desesperado de dar por terminado un presente siempre colapsado que no pinta nada bien y cuando pinta bien lo hace por poco tiempo, como quien intenta ahogar con pintura lo más rapido posible los gritos que escupimos en la pared tantas veces antes del amanecer. Tuvo que dejar atrás los cortos pasos del tiempo, con su zancada larga intentó tumbarlo de cansancio y abandonar los ejercicios de fuerza y parabolas que se perdieron en las hojas arrugadas de las estudiantes más esforzadas. Decidió dejarlo todo atrás y aventurarse, perderse en la oscuridad siguiendo los pasos de ella. Sonaban los cantos y las risas lejanas que fueron protagonistas de sus pasos apresurados,explotaba tras de sí la desesperación condensada de sus tantos días solitarios-ya goteaba el hartazgo- gritaron los neurotransmisores que no me dejan mentir.
Los caminos se hicieron más largos alcanzándola, las miradas lentas lo siguieron desde lejos, la gente no comprendía su carrera estúpida por el trillo más largo-ya goteaba el sudor por su frente-
Corriste imbécil, corriste por la oscuridad. Envuelto en nostalgias oscuras: el camino, el río, el puente tambaleante de tu frente sin temerle a la muerte pasaste.
Te hablo nuevamente, renuncio al oficio aburrido donde me dejás siempre: contando tu historia recurrente. Lo sé todo, no en vano me dicen como me dicen. Ya lo sé todo: Con el libro y el sombrero nada más; se aferró al esfuerzo desesperado de dar por terminado un presente siempre colapsado... ¿tenés novedad alguna que contarme? Decidió dejarlo todo atrás y aventurarse, perderse en la oscuridad siguiendo los pasos de ella: Seguirlos de cerca, perderla por un rato, por las rutas de un nuevo mundo inédito. Salió por el otro camino. La abordó de una vez, después de consumirse en humos de cigarro. Uno, dos y tres antes de verla de nuevo. ¿Y después? Hablarle, hacerla reir un par de veces; preguntarle y escucharla. Todo estaba acabado, por lo menos posponelo hermano. Está hecho. Los caballos de fuerza y los caballos que los conducen la tomaron como rehén. ¡Que se largó en una motocicleta!... ¿Con que así se llevan a una muchacha?-pensé- No, pensaste, yo soy quien lo cuento: Y la noche siguió igual que siempre; fue ahí donde me contrataste de vuelta y donde retiro lo dicho: no renuncio al oficio aburrido donde me dejás siempre: contando tu historia recurrente...

2 comentarios:

Uno que mira dijo...

Yo lo que quisiera es enarbolar un papalote que escriture los intentos infructuosos de los pendejos como nosotros que cuando nos desnudamos de prejuicios y nos lanzamos a intentar algo o cualquier cosa, no sólo nos sale como el culo, sino por la culata el tiro, porque se agrava la soledad.

CaRaCOLa dijo...

tal vez todo fue una ilusión optica*****o una estatua queriendo imitar la expresion humana, y al mismo tiempo un humano robándose a ese q lo imita tan patéticamente que le quita las ganas de caminar (y por ende usa una moto)...