MA-TRUKZCIJDUJK

Algunos eventos del hoy:
Ciertamente un matrimonio realmente es un matricidio, las palabras del padre en una misa que, claro, tenía yo años de no asistir a una (tanto que me acuerdo que en ese tiempo pedían por Juan Pablo II, ahora por Benedicto) y por lo tanto hoy fue digamos, un experimento e investigación de campo (santo). Del sermón me quedó que ahora la pareja dejó de tener cuerpo propio para mutar en un metastásico tumor que piensa dividido en el mismo tarro, pero que la mujer administra los bienes del hombre y le da hijos que al fin y al cabo son la culminación del amor. Amén. Me quedó también que el matrimonio es como el vino y como se darán cuenta más tarde, era porque el sacerdote era un verdadero borracho y toda su vida giraba alrededor del alcohol.
Sinceramente yo no tenía, ni antes ni ahora, muy claros los detalles de las celebraciones de este sacramento que se guarda en cavas y se deja que se añeje para embriagarse más tarde. Ni tampoco de cómo es eso de que dios primero se cata con la lengua y luego con el alma. Pero lo que sí entendí es que no quiero más nunca estar en uno y menos ser partícipe de esa aberración.
Como es de imaginar, lo mejor de un matrimonio es cuando termina y cuando viene la comida. Pero antes de comer: un brindis. Y que hasta se le hacía agua la boca a nuestro protagonista de la historia, el que se quitó toda identificación divina para lanzarse un safis como éste:

-¿Y padre, usted tiene chofer designado?- preguntó mi tío Edgar en tono desafiante (Edgar es un tío mío pero que también es pseudo-sacerdote pero de misas negras con vino en la montaña y música de los Doors en acetato).
A lo que el padre respondió:
-Mi chofer designado es el Espíritu Santo. (silencio de todos)

Para no hacer el cuento más largo, y aunque los creyentes no me lo quieran creer, pues resulta que el padre se fue temprano como siempre que comen, muy bonito y se van. Y al salir golpeó con su carro a otro que estaba estacionado. Y entonces entendí en hechos concretos cómo es eso de que dios está sobre todas las leyes.

A lo mejor por un día tan blasfemo que tuve (hasta comí hostia para matar el hambre) fue que se me accidentó el jueves: me varé, llevé agua y frío batallando con el niva, y un sinfín de catastrofes. Pero aquí estoy: una historia como ésta de un padre borracho que cree que su designado es la palomilla no podía dejarse pasar.
El matricidio terminó bien, los comensales terminamos viendo "Los tres chiflados" entre montañas, cabras y mucho barro como para cerrar una experiencia surrealista de recién casados que mejor decidimos no tener tan cerca. Apuramos los pasos de salida y desaparecimos.


Amén.

2 comentarios:

Amanda dijo...

Uuuuo :S

Unknown dijo...

jajaja si eso del matrimonio es un "matricidio"... esta buena su historia y la teoria del dia de hoy y en el mundo existe un papa q es cagadito al Canciller del lado oscuro de la fuerza de Star Wars...buenisimo!!!!!