La forma es un trapecio.
Le falta un trapecio de piel,
costillas y pulmón, una cuarta
parte del puño cerrado que palpita.
Le faltan caricias, susurros y el olor
que viajó muy lejos, sus manos, su voz
que llenaba cántaros, que le cantaba sonrisas.
Le falta mucho y le falta todo. Le faltan rayones
en su pecho, memoria en sus páginas escritas. Lágrimas
que llenen algún trapecio. Le faltan paranoias y androides,
ruidos y descansos. Aún sin nacer suenan en su cabeza.
Paredes y muros para manifestar risas mudas. Le falta algo que una
lo que dice, lo que escucha y lo que hace. Le falta ella.
Le falta un trapecio de piel,
costillas y pulmón, una cuarta
parte del puño cerrado que palpita.
Le faltan caricias, susurros y el olor
que viajó muy lejos, sus manos, su voz
que llenaba cántaros, que le cantaba sonrisas.
Le falta mucho y le falta todo. Le faltan rayones
en su pecho, memoria en sus páginas escritas. Lágrimas
que llenen algún trapecio. Le faltan paranoias y androides,
ruidos y descansos. Aún sin nacer suenan en su cabeza.
Paredes y muros para manifestar risas mudas. Le falta algo que una
lo que dice, lo que escucha y lo que hace. Le falta ella.
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