
Pasá por aquí cosmonauta amarillo.
Llevame a quedar eterno como tu huella,
como tu muerte prematura
que llenó de versos la bandera roja;
y mi memoria la trayectoria de balas.
Quisiera vivir tu época, Vladimir.
Pasá por aquí, respondé mis cartas
¿Es posible que seiscientos verste
sean una cosa tan grande?
*Vladimir Maiakovsky
2 comentarios:
¡Hombre! Podría soltarme a llorar, pero mejor, para guardar la compostura, voy a remitirlo a cierta canción de Viglietti que se llama El otro rostro, dedicado, entre otras tres mujeres descomunales, a este hombre a su vez descomunal.
Auuu genial genial!!!! Creo recordar la madrugada en la que surgio este texto... Tengo el recuerdo del inicio: "Pasá por aquí cosmonauta amarillo..."
Creo, porque el sueño entre otras cosas... talvez deformaron la realidad. Sin embargo, asi lo recuerdo! :D
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