HOY


(la imagen puede NO tener relacion alguna con el texto, incluso puede tener tal incoherencia que simplemente no me importa)
18-VII-08
Para contar las monedas y verificar que aún tengo la cabeza sobre mis hombros. Para tirar la puerta de un taxista que no quiso llevarme y gritarle en silencio, con sólo miradas mi desgracia y mi ira a través de la ventana, él no tiene por qué ser víctima de eso -pensé hasta después- ni yo tampoco. Para evaporar de mis poros el alcohol y erradicar de mi boca el amargo de alguna ausencia que ya no quiero recordar más que para sustituirla por una sonrisa desubicada y esporádica. Para ver que no hay nada perdido, que los ojos aún pueden admirar los colores refractados en las botellas aunque estén vacías.
Recuerdo el olor de la calle, y los focos de los carros en las noches frías que me llaman de nuevo encandilándome y estoy listo para perderme en aceras adoquinadas manchadas de tiempo transcurrido, pasos y tropiezos de caras enrojecidas. Volver al movimiento paralelo de luces rojas que serpentean por las calles y ver la silueta del faquir que no me conoce, pero yo conozco de dónde vienen las llamas. Para volver a contar las monedas y montarme en un bus que será el último de la noche, con mi cabeza puesta observo al señor de corbata que lee el periódico de ayer, estando nosotros en el hoy, no le importa. Cierro los ojos y pienso en esta historia.

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