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Para qué dejarse lo cursi dentro? Sáquelo pué papito, que hasta donde sé no es cursi si no lo acompaña con peluches y leds de ailobyu. Cómo sabe qué coño sabe alguien que no ha sentido la falta tan propia, o eso que uno siente adentro como bambú o urrú por el que entra y sale el aire como si nada. Pues que me hacés falta ¡jueputa sal! y me hacen falta las manos frías de salirle por la espalda a la noche en busca de inventarnos dónde caer muertos.

A mí me han dicho que se me sale lo vulgar cuando tengo hambre o frío y ahora ves que sí, pero también cuando queda el otro lado de la almohada sin tener cabeza de corte asimétricamente ondulado que me cuente alguna historia del malecón o Belmopán.
Ésto queda respirando rápido, hipopótamo encarrerado que se pasa leyendo tus registros; ahora sabés el porqué si me ves escribiendo sucio. Desde aquí yo sigo sintiendo y queriendo. [ni que fuera estatua [o led]]

1 comentario:

m dijo...

Lamento de sequía.
Risa de impotencia.
Felicidad sin soltura.
Crisis de malviento.
Belleza crítica.
Soledad inesperada.