EL-MALA-SUERTE-COME-ATUN

¡Aguas con el Malasuerte!,
que no te se acerque,
cuidado señor.

Aguas que está bien salado,
nos tiene asustados,
cuidado señor.

El Mala Suerte. Maldita Vecindad


¿Quién podría imaginarse que esto de la suerte fuera tan ambivalente? A ver, me explico puñeta: Todo se ubica en algún bingo capitalino, de esos a los que no voy desde hace varios almanaques; probablemente el último fue como cuando tenía 13 años en algún turno de pueblo y en el que le ponía más atención al algodón de azúcar de la mocosa peleona que de mis frijoles o granos de maíz en función de los números; además vea, esa concentración que se requiere para escuchar/retener/ubicar todo junto mientras uno pregunta ¿cuál fue?¿12 ó 2? y aquel que grita desaforado por el micrófono descompuesto un solito-el-ocho o las-canillas-de-maría-luisa y otros piden más maíz, que el chikito se confunde y pregunta que si están jugando las cuatro-eskinas o la ´´O´´ y todo el mundo se consume el maíz que la divina providencia le providencia al padre para tales fines azarosos: todo mientras yo observo y me maravillo con el bingo: y no pego nada [y a veces no entiendo nada]
Pero en eso se viene la famosa jugada "el cartón más salado" y ahí hago mi entrada triunfal, que todo número que cantan decide abandonar mi cartón, todos los demás sucumben bajo la buena suerte, me quedo yo y otra señora que por error no vio su 27 que sí había salido. Ay señora, qué buena suerte: me gané un queque por haber perdido ¿cómo la ve?.
Ahora, el carácter ambivalente de la suerte: el mismo cartón: no-me-lo-va-usted-a-creer: lo lleno de maíz, completé el cartón y me gané una canasta de atún.

3 comentarios:

Uno que mira dijo...

Está brillante, con b de bastante.

m dijo...

Hoy como atún ahumado CALVO y de postre un extraño no-queque que sabe como a tamal asao. Cortesía del señor Eñe.

Amanda dijo...

Esooooo :) sabro sabro el atún...