CÁLLESE! 18VI09

no soy yo una persona de prometer, y no porque no cumpla [aunque también] me explico, porque si simplemente no prometo, no hay cuestión alguna que me una a cumplir. No prometo porque es la táctica ancestral que han usado las figurillas que de distintas y estúpidas maneras se hacen- según ellos- acreedores de algún [más estúpido] porcentaje o una dosis de Poder. Como quien compra un cuarto en un quinto piso y tiene concreto pero no territorio [ujum] así ellos dominan su tiempo, su gobierno, su oficina o su ventanilla [según el grado] hasta que el proceso termina y cada quien se va a su casa con las manos limpias. Así las promesas quedan en grabaciones de archivo, en panfletitos que nos dieron un día mientras caminábamos por la Avenida Central o por donde rayos uno ande, y entonces uno prefiere recibir los putos papeles [porque uno sabe que si el compa no reparte TODOS, lo joden] no porque nos interesa las mierdas que dicen [uno piensa también: lástima papel couché]. Tantas promesas quedan en la memoria que el tiempo, el trabajo o los programas de risas y millonarios nos erosionan cada vez más. Así ahora sabemos más de okapis que de corrupción ¡Oh, bendición! Entonces prometer, qué palabra fácil: Pobreza, brecha, empleo, vivienda... siempre es lo mismo.
Es mejor quedarse callado y decir haciendo...

1 comentario:

Esteban dijo...

El Che decía que Martí decía: Hacer es la mejor forma de decir! :)

Saludos desencantados!

Esteban