ENTRE-14-Y-15 (I-09)

Cuando piden que me haga funcionar como engranaje, simplemente no funciono. Pretendo solo funcionar, así sin mucho que agregar. Funciono cuando trazo líneas infinitas, tan simples que siguen su curso sin toparse nunca con molduras barrocas o pálidos pliegues griegos. Los engranajes los dejo para que funcionen los relojes. Yo sólo funciono entre ironías geométricas y algunas contradicciones del blanco y negro. Dejo en silencio los espacios que peligran ser tumba decorada de mi cuerpo vivo, ya lo decía Lassar, y sigo sus caminos que nunca terminó de trazar.


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Me han dicho mil veces “olvide”. Yo les respondo “¡Olvídelo!”

Son seis planos de cartón que nunca vas a entender porque lo contienen todo; hasta el tiempo detenido en todas dimensiones. Es el pasado y tus besos que nunca sufrieron de una hoguera liberada, o el vuelo azaroso de una ventisca, de un olvido. Es el tiempo contenido en una caja.


¿Quien puede evitar ver cómo las barras después del 10 bailan sin detenerse?


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