-GRITO-ANATOMICO-

























20-VII-08

Me interesó saber qué se mueve en la garganta, busqué ese gráfico, ¿ves?. ¿Qué se afecta terriblemente cuando decido explotar gritandole al Sol o a lo que tenga en frente cuando me siento así?. Aprendí que no quisera ser mi epiglotis, mi amígdala palatina o mi esófago. Sé que a lo mejor a la lengua no le afecta tanto, como sí al sonido o lo que diga con mi grito, al igual que al paladar duro o a la nariz, que se burla por estar lejos, no les afecta.
Hago resonar las cuerdas vocales como instrumento irracional que cayó en la locura de algún quién. Le grito a la nada y envío en decibeles lo que nadie se atrevería a guardarse en su tráquea. Los tejidos de las mejillas vibran al son del alarido y con suerte hasta podés sentir cosquillas. Esto de gritar te libera por momentos, no quiero pasarme la vida gritando por motivos tan inútiles, más bien quisiera que mi grito se perdiera entre millones de los mismos. Pero por el momento, en vez de gritar por calles deshabitadas y destruídas; quisiera susurrarte al oído y hablarte en voz baja aunque estés dormida. Quisiera que de mi boca sólo salgan frases bien dichas, en el volumen necesario y no seguir como ahora: gritando como si quisiera llamarte sabiendo que te tapás los oídos...

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