Hoy, desperté- no desayuné. mentira, sí lo hice: leí a Laura Chinchilla sobandole los huevos a los israelíes, ellos a cambio darán herramientas para combatir la "inseguridad". En fin, desayuné. Tenía una llamada perdida.
Cóctel.
Es hora de escribir más. Saqué el Niva, saludé a Fabio que como todas las mañanas (cortaba el olivo-tapia). Fabio termina de cortarlo y debe continuar empezando. El olivo crece rápido o Fabio corta despacio, igual a él nada parece apurarlo.
El Este como siempre, pegándome en los ojos al ritmo despacioso del Niva subiendo Ochomogo, por suerte Cartago es una cama para muchos, salen en las mañanas a San José y entran a Cartago en la noche. La ruta completamente opuesta que yo llevo.
Hoy me saltó una esquirla en los ojos. Por suerte llevaba protección.
Nada más.

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