He descubierto que si estoy lo que se dice contento, no me da por escribir más que barrabasadas; mientras que si ando de pilas bajas escribo (ni bien, pero al menos ganas me dan y quedo conforme). En cambio cuando practico ese movimiento casi olvidado de sonreír desde adentro, en cambio, me dan unas ganas obsesivas de dibujar o trazar con lo que tenga a mano.
No dejo constancia de eso porque tengo mucho sueño.
EDUARDO ARCOS SE SUBE AL TREN DEL TRANSCYBERIANO
Hace 4 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario